March 20, 2025

La extraordinaria vida y trágica muerte de Evangelina Rodríguez Perozo - Capítulo dos: Una dominicana en París

Evangelina reúne los fondos necesarios para embarcarse rumbo a París y conocer los últimos avances en salud femenina.
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Episode Description

Devastada por la muerte de su mentora, ocurrida tras un parto, Evangelina decidió dedicar su vida a la salud de la mujer. Tardó una década en reunir el dinero para ir a París, que en ese entonces era la meca de la formación médica. Nunca se rindió.

A los 42 años se embarcó en un buque de vapor rumbo a Francia, país que experimentaba un boom durante los años de la posguerra. Estudió obstetricia y ginecología con los mejores especialistas y empezó a asimilar las ideas modernas sobre salud pública. Su objetivo: volver a su país y revolucionar la sanidad dominicana.

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Evangelina Rodríguez Perozo.
Guardia Nacional Dominicana, San Pedro de Macoris, 1920.
Pierre Nobécourt, Pediatra francés cuyo trabajo se centró en la nutrición y la higiene.
Presentadora
Laura Gómez

Laura Gómez es una actriz mayormente conocida por su papel de Blanca Flores en la exitosa serie de Netflix “Orange Is the New Black”. Más recientemente ha destacado el cine español con “Upon Entry,” y “Mariposas Negras”, ambas nominadas a los Premios Goya, así como la película mexicana “La Cocina,” protagonizada por Rooney Mara. Laura ha protagonizado, escrito y dirigido varios cortometrajes y es además una consumada podcastera, habiendo narrado el aclamado podcast “Corinna y el Rey” en España, y actuando como anfitriona y productora de su propio podcast, “Baraja Eso”.

Productora:
Lorena Galliot

Lorena es una periodista y productora franco-venezolana-estadounidense. Se une a Lost Women of Science desde la productora de audio Adonde Media. Sus proyectos se han transmitido en Netflix, ABC News, National Geographic y Showtime.

Productora principal:
Samia Bouzid

El trabajo de Samia abarca una variedad de temas, incluyendo la ciencia, el lenguaje y la cultura. Ha contribuido a programas como los podcasts de Duolingo, Short Cuts de la BBC y 100 Latina Birthdays de LWC Studios.

Presentadora
Laura Gómez

Laura Gómez es una actriz mayormente conocida por su papel de Blanca Flores en la exitosa serie de Netflix “Orange Is the New Black”. Más recientemente ha destacado el cine español con “Upon Entry,” y “Mariposas Negras”, ambas nominadas a los Premios Goya, así como la película mexicana “La Cocina,” protagonizada por Rooney Mara. Laura ha protagonizado, escrito y dirigido varios cortometrajes y es además una consumada podcastera, habiendo narrado el aclamado podcast “Corinna y el Rey” en España, y actuando como anfitriona y productora de su propio podcast, “Baraja Eso”.

Productora:
Lorena Galliot

Lorena es una periodista y productora franco-venezolana-estadounidense. Se une a Lost Women of Science desde la productora de audio Adonde Media. Sus proyectos se han transmitido en Netflix, ABC News, National Geographic y Showtime.

Productora principal:
Samia Bouzid

El trabajo de Samia abarca una variedad de temas, incluyendo la ciencia, el lenguaje y la cultura. Ha contribuido a programas como los podcasts de Duolingo, Short Cuts de la BBC y 100 Latina Birthdays de LWC Studios.

Arte:
Nathaly Lerma
Diseño Artístico:
Lily Whear
Guests:
April Mayes

April Mayes es decana y profesora de historia afrolatinoamericana, Pomona College.

Mercedes Fernández Asenjo

Mercedes Fernández Asenjo, PhD  es doctora en literatura hispánica / profesora de lenguas extranjeras, Universidad Católica de América.

Lauren (Robin) Derby

Lauren (Robin) Derby es profesora de historia caribeña y latinoamericana moderna, UCLA.

Elizabeth Manley

Elizabeth Manley es profesora de Historia del Caribe, Universidad Xavier.

Claudia Scharf

Claudia Scharf es pediatra y profesora de medicina, Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.

Arte:
Nathaly Lerma
Diseño Artístico:
Lily Whear
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Further Reading:

Despreciada en la Vida y Olvidada en la Muerte: Biografía de Evangelina Rodríguez, la Primera Médica Dominicana, by Antonio Zaglul, Editora Taller, 1980.

Motherhood by Choice: Pioneers in Women’s Health and Family Planning, by Perdita Huston, The Feminist Press at The City University of New York, 1992.

Granos de Polen, by Evangelina Rodríguez Perozo, 1915.

The Mulatto Republic: Class, Race, and Dominican National Identity, by April J. Mayes, University Press of Florida, 2014.

Episode Transcript

La extraordinaria vida y trágica muerte de Evangelina Rodríguez - Capítulo dos Una dominicana en París

Laura Gómez: San Pedro de Macorís, 1921. La marina de esta ciudad portuaria al sureste de la República Dominicana rebosa de actividad. Los pescadores regresan a casa tras vender su pesca matutina, mientras los trabajadores portuarios suben pesados sacos de azúcar de caña sobre cargueros, bajo un sol abrasador. 

A su lado, viajeros adinerados acompañados de sus asistentes hacen fila para subir a bordo de un barco de pasajeros con destino a la ciudad de Nueva York. En medio de todo esto, una mujer afrodominicana de 42 años espera tranquilamente su turno para embarcar. 

Poca gente se fija en ella. Menos aún podrían adivinar que es la doctora Evangelina Rodríguez Perozo, la primera mujer dominicana en licenciarse en medicina. 

Mercedes Fernández Asenjo: Realmente lo que hizo fue memorable para para la época, no, el hecho de que— de que fuera una mujer, con un background pobre, y que hubiera sido capaz de llegar a París, y que hubiera sido capaz de estudiar medicina y de practicar como doctora.

Laura Gómez: Ahora, sin más equipaje que una pequeña y maltrecha maleta con algunas mudas de ropa, se embarca en un viaje de varias semanas que la llevará al norte, a Nueva York, y cruzará el Atlántico hasta París, Francia. 

Esto es: Lost Women of Science, Mujeres Desconocidas de la Ciencia. Yo soy Laura Gómez. Este es el segundo episodio de nuestra serie de cinco partes sobre la vida de Evangelina Rodríguez Perozo, la primera mujer médico de la República Dominicana. 

Para saber cómo Evangelina, una chica pobre nacida fuera del matrimonio, pasó de vender caramelos en las calles de San Pedro de Macorís a graduarse en medicina, vuelve a escuchar el episodio uno. 

Hoy, nuestra historia cruza continentes cuando Evangelina se adentra en un mundo completamente nuevo.

Episodio dos: Una dominicana en París.

El sueño de Evangelina de ir a París nació más de una década antes de que pisara el barco de vapor en San Pedro de Macorís. Y nació de una tragedia. 

En 1907, a mitad de sus estudios de medicina, su querida maestra y mentora Anacaona Moscoso murió tras el nacimiento de su tercer hijo. Era un embarazo que su médico le había advertido que podría matarla. Pero ella no tenía el poder para no quedarse embarazada nuevamente. Y su muerte dejó Evangelina completamente desolada.

Mercedes Fernández Asenjo: Es como más una mamá, ¿no? La mamá que ella nunca tuvo. Y ver morir a la mamá o a la persona que realmente la ayudó a seguir siempre adelante, la persona que siempre le dijo, "Tú puedes, tú puedes, tú puedes" tuvo que ser muy duro para ella, ¿no?

Laura Gómez: Esa es Mercedes Fernández, de quien oímos hablar en el primer episodio. Escribió su tesis doctoral sobre Evangelina. 

Mercedes Fernández Asenjo: Entonces, yo creo que eso fue lo que la convenció a decir: “hay que ayudar a las mujeres–tiene que haber una manera de que las mujeres tengan niños y no, no tengan que morirse.”

Laura Gómez: Mercedes cree que la muerte de Anacaona afectó tan profundamente a Evangelina que se decidió a hacer algo. Era demasiado tarde para Anacaona, pero su caso no fue una excepción. Muchas mujeres perdían la vida dando a luz en aquella época. El problema es que la escuela de medicina de Evangelina no la había preparado para hacer mucho al respecto. En esa escuela– la única escuela de medicina de Santo Domingo, no había instalaciones de formación actualizadas. Ni sala de disección, ni laboratorio químico, ni departamento de patología, ni cursos de bacteriología. Así que, incluso después de haber superado todas las adversidades para llegar a esa escuela y convertirse en médico, Evangelina decidió que tenía que seguir formándose.

Y en aquella época, el lugar número al que acudían los médicos para especializarse y aprender las técnicas médicas más avanzadas— era París. 

Pero llegar a París, y ni hablar de vivir y estudiar allí, era increíblemente costoso. Evangelina sabía que reunir dinero para el viaje tomaría tiempo. Así que, después de graduarse, en la segunda década del siglo 20, mantuvo los dos trabajos que había tenido durante sus estudios. De día, era directora de la escuela fundada por Anacaona y, por las tardes, daba clases en una escuela para empleadas domésticas. Además, quería empezar a ejercer en su ciudad, San Pedro de Macorís. Pensó que al menos podría tratar a algunos pacientes mientras reunía el dinero para su viaje trasatlántico.  

Claudia Scharf: Inicia su ejercicio tímidamente porque ella tomaba tan en serio lo que hacía— le tenía tanto respeto por a la profesión que ella sentía que aún no tenía que todo el conocimiento ni se contraba del todo preparada para ejercer la medicina.

Laura Gómez: Esa es Claudia Scharf, pediatra y profesora de medicina en la República Dominicana. Dice que, por desgracia, cuando Evangelina intentó empezar a ejercer, se encontró con que mucha gente de San Pedro no estaba dispuesta a verla.

Claudia Scharf: Las personas que tenían un nivel socioeconómico mediano o mediano alto la rechazaban porque entendían que, ¿cómo era posible que ella era médico siendo  mujer?

Laura Gómez: Así que Evangelina dejó su trabajo en la escuela nocturna y se trasladó a un lugar donde sabía que la gente la necesitaba, un pueblo rural a las afueras de San Pedro de Macorís llamado Ramón Santana. Aquí está Mercedes Fernández. 

Mercedes Fernández Asenjo: En las cartas, cuando ella habla de Ramón Santana, ella explica el hecho de que casi no tiene carreteras, de que está mal comunicado, de que faltan muchas cosas. Entonces entiendo que es un lugar donde no hay recursos.

Laura Gómez: El pueblo estaba rodeado de campos de caña de azúcar, y la mayoría de la gente que vivía allí sobrevivía del cultivo y la venta de la caña. Según Claudia Scharf, los habitantes de estas comunidades no podían ser demasiado exigentes con el tipo de médico que veían. 

Claudia Scharf: Las personas que trabajaban en los bateyes, que cortaban la caña de azúcar, esos braceros que eran personas que, como muchas veces se dice no tenían dolientes y no tenían muchos recursos para ir a las consultas de los médicos de prestigio– fue con ellos con quien ella empezó a ejercer. 

Laura Gómez: Evangelina instaló su consulta en una pequeña casa junto al tronco de un gran roble. Como en la zona no había farmacias, abrió una junto a su consulta y la abasteció de medicamentos básicos. 

Pero parece que Evangelina tenía un corazón demasiado grande para ser una hábil mujer de negocios.

Mercedes Fernández Asenjo: Con esta idea que ella tiene siempre de querer ayudar, este dispensario de medicina nunca funciona porque no es rentable porque ella regala todo.

Laura Gómez: Mercedes Fernández nuevamente. 

Mercedes Fernández Asenjo: No tiene una noción de lo que es la economía básica, ¿no? Tú, si regalas algo, después, como vas a pagar lo que has comprado, o sea, no se puede, ¿entiendes?

Elizabeth Manley (Doblaje): Creo que era debido a que ella estaba desarrollando este compromiso con la sanidad pública y reconociendo las preocupaciones de quienes no podían pagar, y fue la combinación más o menos de sus principios y el hecho de que no había muchos recursos para pagarle.

Laura Gómez: Esa es Elizabeth Manley. Es profesora de Historia del Caribe en la Universidad Xavier de Luisiana. Explica que los esfuerzos de Evangelina estaban cambiando la vida de la gente, aunque solo fuese en su pequeño rincón del mundo. 

Y esos esfuerzos iban más allá del tratamiento de sus pacientes. Organizó servicios de saneamiento en el pueblo y animó a los residentes a barrer delante de sus casas. Hizo lo que pudo para compensar la ausencia de servicios públicos. 

Así que, de momento, Evangelina se instaló en su nueva y tranquila vida. Pero, mientras se dedicaba a mejorar la vida de los habitantes de su pequeña aldea, en el mundo, se avecinan problemas; e incluso su país estaba a punto de verse envuelto en ellos. 

En aquella época,  la República Dominicana sufría inestabilidad política y económica. Había atravesado una serie de golpes de Estado desde el principio del siglo, y el país estaba muy endeudado. Estados Unidos había intentado mediar para proteger sus intereses comerciales en la producción de azúcar, pero los disturbios continuaron. Los sucesivos regímenes tenían poca capacidad para invertir en la salud pública y rural.

Por el momento, Evangelina se instaló en su nueva y tranquila vida, alejada de la mayor parte de esta hitación. Pero en el mundo, se avecinan más problemas, y su país estaba a punto de verse envuelto en ellos.

En 1914 estalló en Europa la Primera Guerra Mundial, que enfrentó a Alemania con Francia, el Reino Unido, Rusia y sus aliados. 

Al principio, los peligros parecían estar a un mundo de distancia.

Pero un par de años más tarde, cuando Estados Unidos empezó a planear su entrada en la guerra al lado de Francia y Gran Bretaña, la inestabilidad política en la República Dominicana se convirtió en una preocupación real. A Estados Unidos le preocupaba que Alemania intentará utilizar la República Dominicana como base militar.Así que, en 1916, tomaron la drástica decisión de invadir la isla, citando intereses de seguridad nacional... pero también tenían otros motivos.

Robin Derby (Doblaje): Una de las medidas más importantes que los soldados de la marina de EE.UU. instigaron durante la ocupación fue la privatización de la tierra.

Laura Gómez: Esa es Robin Derby, profesora de Historia Caribeña y Latinoamericana Moderna en UCLA. 

Robin Derby (Doblaje): Esta es una época cuando había importantes intereses agroindustriales, que querían expandirse en el azúcar, y esa zona se convierte en un lugar donde una gran cantidad de empresas azucareras querían establecer plantaciones.

Laura Gómez: "Esa zona" eran las Provincias Orientales, concretamente los alrededores de Ramón Santana, donde vivía Evangelina. Y las ambiciones de las empresas agroindustriales estadounidenses tenían enormes ramificaciones para la gente de su comunidad.

Robin Derby (Doblaje): No existía la propiedad privada ni tierras en la República Dominicana antes de que los soldados de la marina estadounidense intentaran privatizar la tierra. La gente tenía lo que llamaban Terrenos Comuneros, que eran básicamente… La tierra se poseía por acciones, colectivamente entre grandes clanes extendidos, personas que, en el transcurso de generaciones, se habían visto a sí mismos como teniendo usufructo, como teniendo derechos de ocupantes ilegales. Y estoy seguro de que fue un proceso violento para desalojarlos.

Laura Gómez: Y el hombre que encabezaba este violento proceso se llamaba Rafael Leonidas Trujillo. El mismo Rafael Trujillo que más tarde se haría con el control de la República Dominicana y gobernaría como dictador durante más de tres décadas. Pero en los años veinte, era un joven oficial en ascenso de la recién creada Guardia Nacional Dominicana, con base en las provincias del este y bajo el control de los Estados Unidos. 

April Mayes (Doblaje): Rafael Trujillo realmente alcanza la madurez y llega a su momento, siendo entrenado por marines estadounidenses en la policía y la Guardia Nacional Dominicana, y eso transforma su vida.

Laura Gómez: Esa es April Mayes, decana asociada del Pomona College de California y profesora de Historia Afrolatinoamericana, a quien escuchamos en el episodio uno. Y aquí está Robin Derby.

Robin Derby (Doblaje): Una de las grandes estrategías fue congraciarse con los Estados Unidos. Ascendió a través de los soldados de la Marina, a quienes él caía bastante bien, en parte porque aprendió a presentar su perfil como el de un hombre de acción muy eficaz.

Laura Gómez: April Mayes…

April Mayes (Doblaje): Se mostró muy dispuesto a aplicar castigos crueles e inusuales, tu sabes, y también a perseguir a los campesinos que se rebelaron contra la ocupación militar estadounidense.

Laura Gómez: Hay pocos registros reales que documenten las acciones de Trujillo en Ramón Santana en esta época... ni siquiera se sabe con certeza cómo fueron desalojadas las personas que ocupaban las tierras compradas por las corporaciones azucareras estadounidenses. Pero una historia oral recogida por uno de los biógrafos de Evangelina describe a Trujillo y sus hombres como… "simplemente matando gente, familias enteras, para tomar sus tierras". Para Elizabeth Manley, esto no es ninguna sorpresa.

Elizabeth Manley (Doblaje): No me cabe la menor duda de que ese hombre fue despiadado desde el primer salto. Tan pronto decidió cuáles eran sus aspiraciones y cuáles las necesidades de los intereses azucareros de Estados Unidos, no me cabe la menor duda de que habría sido la mano derecha de alguien en cuanto a la protección de esos intereses.

Laura Gómez: Según su biógrafo Antonio Zaglul, Evangelina fue testigo de algunas de estas atrocidades y quedó horrorizada. No es de extrañar que, a partir de ese momento, sintiera una profunda animadversión hacia su futuro gobernante... una animadversión que más tarde le costaría muy cara.

Pero por el momento, mientras el conflicto hacía estragos a su alrededor, Evangelina seguía trabajando en su objetivo anterior: ahorrar dinero para ir a estudiar medicina a París. 

Al final, Evangelina tardó una década en reunir los fondos. Como su consulta médica no le aportaba mucho, intentó diversificar sus actividades. Primero escribió un libro titulado Granos de Polen. 

En parte tratado sociológico, en parte panfleto de consejos para mujeres, fue publicado en 1915 y respaldado por muchos de los amigos intelectuales de Evangelina. 

Pero lo que quizá no tuvo en cuenta fue que la mayoría de los dominicanos eran analfabetos en aquella época. Y no ayudó que Granos de Polen no fuera la lectura más fácil. Así que, como era de esperar, a pesar de todos los elogios que recibió...

Mercedes Fernández Asenjo: El libro no tiene el éxito que ella pensaba que iba a tener, porque es una obra un poquito complicada de leer.  

Laura Gómez: Mercedes Fernández. 

Mercedes Fernández Asenjo: Por tanto, esta idea quijotesca que tiene ella, ¿no? de publicar un libro y conseguir dinero, no lo logra.

Laura Gómez: Cuando el libro fracasó, Evangelina se dedicó a hablar en público. Así lo cuenta un artículo publicado en 1918 en el Listín Diario: 

"Evangelina anda ahora predicando evangelio de amor, de trabajo, de ideales, de paz, de civismo, por ciudades y aldeas en el interior de la isla, todo ello con el fin de reunir los medios necesarios para su traslado al seno de los centros científicos más avanzados."

Mientras tanto, también recurrió a pedir donativos a amigos y benefactores, siendo el viudo de su mentora, Anacaona, el que más donativos hizo. Pero el fondo de viaje de Evangelina aún no era suficiente para llevarla a París.

Por fin, casi 10 años después de licenciarse en medicina, Evangelina consiguió una gran oportunidad. Aquí está April Mayes. 

April Mayes (Doblaje): El hecho de que estaba conectada con Anacaona y luego también el legado contínuo de su conexión con los hermanos Deligne, ella todavía permanecía en una especie de órbita de estos grupos culturales intelectuales en San Pedro. Y cuando ella preguntó, ¿me enviarán a París a estudiar medicina? El ayuntamiento dijo: Si, haremos lo que sea necesario. Y eso fue lo que pasó.

Laura Gómez: Dotada de una beca del ayuntamiento de San Pedro de Macorís, Evangelina estaba por fin preparada para abordar el siguiente capítulo de su vida. Y así fue como, en 1921, a la edad de 42 años, la Dra. Evangelina Rodríguez subió a ese barco de vapor para emprender la primera parte de su viaje a París. Lo que pasó después, tras la pausa.

PAUSA

Laura Gómez: Cuando Evangelina pisó París por primera vez en 1921, entró en un torbellino. Apenas habían transcurrido tres años desde la victoria de los Aliados sobre Alemania en la Primera Guerra Mundial y París entraba en un periodo conocido como "Les Années Folles"... los años locos. La economía estaba en auge y el ambiente cultural y la vida nocturna atraían a escritores y artistas de todo el mundo, como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Ernest Hemingway y James Joyce. Artistas como Josephine Baker amenizaban cafés y cabarets, inspirando a las mujeres a llevar el pelo corto y a cambiar los corsés y las faldas largas por vestidos flapper hasta la rodilla. La libertad estaba a la orden del día, al igual que un cierto libertinaje.... 

Pero, según su biógrafo, Antonio Zaglul, Evangelina no era de las que se dejaban llevar por el incesante ambiente festivo de los locos años veinte. Estaba en París para estudiar. Aquí está Mercedes Fernández. 

Mercedes Fernández Asenjo: Está asistiendo a,,, a esta clase y está yendo a hacer prácticas, no a diferentes hospitales y a diferentes clínicas. 

Laura Gómez: Por lo que sabemos, tomó cursos con un famoso pediatra francés llamado Pierre Nobecourt, cuyo trabajo se centraba en la higiene y la nutrición infantil. También se formó en obstetricia y ginecología en dos hospitales parisinos. 

Uno de ellos, la Baudelocque Maternité, se había ganado una excelente reputación por tener las tasas de mortalidad infantil más bajas del país. Su director anterior, un médico francés llamado Adolphe Pinard, fue un pionero de la atención perinatal moderna. Pinard inventó dispositivos como el estetoscopio fetal, que permitía a los médicos escuchar los latidos del corazón del bebé. Y estableció la práctica de exámenes prenatales y postnatales rutinarios para controlar la salud de las futuras madres y los recién nacidos. 

El contraste no podía ser más marcado con la República Dominicana, donde una mujer embarazada podría no ver nunca a un médico hasta el momento de dar a luz. Evangelina lo asimiló todo con entusiasmo. 

Y al mismo tiempo, aunque se centraba en su especialización, también adquiría una visión amplia del mundo que la rodeaba. Mercedes Fernández.

Mercedes Fernández Asenjo: Y está viendo la diferencia de infraestructura entre un país y otro.

Laura Gómez: Una cosa era imposible no notar: las familias en Francia se veían realmente diferentes de las familias con las que Evangelina había crecido.

Por un lado, tenían menos hijos: unos dos por familia como promedio, frente a 5 o más en la República Dominicana. 

Pero los niños que tenían estaban mejor atendidos, en parte gracias a la ayuda del gobierno. Por ejemplo, un programa de salud pública llamado "La Goutte de Lait", o Gota de Leche, distribuía gratuitamente leche de vaca a los lactantes y a sus madres.

Las normas sociales también ayudaban a promover una mejor higiene.

Mercedes Fernández Asenjo: Esta idea de que el sol es terapéutico, de que el ejercicio físico es necesario, y también esta idea de la eh de la profilaxis, ¿no? de la necesidad de bañarse y de tener una higiene para no tener que enfermarse, ¿no? para para mantener la salud, y todas estas cosas ella las va a ver en en Francia

Laura Gómez: Pero Evangelina no sólo se marchó de París con un nuevo conocimiento de la salud pública o unas aptitudes médicas más agudas. Aquí está Elizabeth Manley.

Elizabeth Manley (Doblaje): Parece bastante claro que también se radicalizó, en términos de su comprensión del mundo, del feminismo, del papel de la salud pública, del papel de la educación sexual. Porque si nos fijamos en lo que escribió en Granos de Polen, que era un tratado bastante conservador, su visión del mundo cambia mientras está allí.

Laura Gómez: Antes de que Evangelina se marchara a Francia, la República Dominicana había experimentado un aumento en la prostitución tras la llegada de los soldados de la marina estadounidense. Y eso había provocado la propagación de enfermedades venéreas como la sífilis.  Mercedes Fernández, nuevamente. 

Mercedes Fernández Asenjo: Ella está muy preocupada porque todas estas mujeres que son prostitutas no se están cuidando. Y al no cuidarse, se están enfermando y están propagando estas enfermedades venéreas a diferentes individuos en la sociedad. 

Laura Gómez: Y en su libro Granos de Polen, Evangelina culpaba de ello a las trabajadoras sexuales. 

Mercedes Fernández Asenjo: Ella ataca a las prostitutas y las ve como un peligro social, las ve como un elemento negativo, las ve como algo que hay que erradicar. Cuando regresa de Francia, ya no es así. 

Laura Gómez: París la había cambiado.

Mercedes Fernández Asenjo: Ella ve que las prostitutas son seres humanos que forman parte de la sociedad y que como tal, son personas que quizá no han tenido otra elección en la vida.

Laura Gómez: No sabemos exactamente qué vio o experimentó Evangelina en París que le hizo cambiar de opinión. Es posible que presenciara la forma tan distinta que tenía Francia de tratar la prostitución: Los burdeles estaban estrictamente regulados y las trabajadoras sexuales se sometían a exámenes medicos obligatorios. 

Mientras tanto, los clientes masculinos recibían formación sobre las ventajas de utilizar preservativos para limitar la propagación de enfermedades... El ejército francés llegó incluso a suministrar preservativos a los soldados durante la Primera Guerra Mundial, y publicó un manual en el que se detallaban las mejores prácticas de higiene. 

Fuera cual fuera el motivo, la mente de Evangelina nadaba con nuevas ideas.

Ya no consideraba la asistencia sanitaria como algo que ocurría detrás de la puerta de un médico. La veía como algo que se entretejía en la sociedad. En los hogares y las escuelas, en las infraestructuras y, sí... incluso en los burdeles.

Y no tuvo que esperar a volver a casa para empezar a difundir allí algunas de estas ideas. Porque en 1922 se lanzó en la República Dominicana una publicación radicalmente nueva, llamada Fémina.

Mercedes Fernández Asenjo: Fémina fue una revista muy, muy importante porque se convirtió en una tribuna donde se discuten muchos temas relacionados con la mujer dominicana de la época donde se recibe correspondencia de toda Latinoamérica.

Laura Gómez: La fundadora y redactora jefe de Fémina era una mujer llamada Petronila Gómez, antigua profesora normalista, como Evangelina. Las dos habían dado clases en la misma escuela nocturna para trabajadoras domésticas años atrás. Y resultó que Petronila y Evangelina tenían mucho en común. Elizabeth Manley (Doblaje):

Elizabeth Manley (Doblaje): Ambas provenían de familias de bajo nivel económico, no se esperaba que hicieran mucho con sus vidas, y las dos eran, ya sabes, afro-dominicanas también, ambas como que destacan en ese sentido de tener educación. Así que creo que habrían encontrado afinidad la una en la otra.

Laura Gómez: Petronila invitó a Evangelina a escribir despachos desde París para Fémina. Sólo se conserva un puñado de ellos y, para ser sinceros, Evangelina no era exactamente la mejor escritora. Mercedes Fernández.

Mercedes Fernández Asenjo: Tengo que decir que la escritura en Evangelina Rodríguez, el estilo nunca fue lo suyo. Yo creo que ella era una mujer de ciencia, ¿eh? 

Laura Gómez: Pero en sus despachos, Evangelina describió con entusiasmo el avanzado planteamiento de la ciudad en materia de salud pública. Destacó programas como Gota de Leche, así como otro programa de salud pública que enviaba a los niños pobres de la ciudad a visitar el campo en busca de aire fresco y sol. 

Por lo que se desprende de estos despachos, Evangelina asimiló muchas cosas durante su estancia en París. Pero es difícil imaginar el día a día de esta mujer afrodominicana de mediana edad paseando por las mismas calles de París que Picasso, James Joyce y Gertrude Stein. No tenemos tantos detalles. Sí sabemos que, a pesar de todo lo que estaba aprendiendo, no era la época más fácil para ella.

Al leer entre líneas sus entusiastas descripciones de París, Mercedes también percibió una tristeza -y una soledad- en los escritos de Evangelina. 

Mercedes Fernández Asenjo: Está describiendo una imagen donde ve un pajarito al cual le da el sol, ¿no? Y entonces ella tiene un momento de admitir sí me falta el sol, sí me siento sola, sí, o sea, quizá esta confesión no velada, lo que te está queriendo decir es que ese tiempo en Francia, fue un tiempo de aprendizaje, pero al mismo tiempo, tuvo que ser un tiempo muy solitario.

Laura Gómez: Aun así, permaneció allí casi cuatro años. En 1925, decidió regresar a su país para aportar sus nuevos conocimientos. 

La ocupación estadounidense de la isla había terminado apenas un año antes, y la República Dominicana tenía un nuevo presidente, Horacio Vásquez, que prometía inaugurar una nueva era de paz y democracia.

De vuelta en República Dominicana, mucha gente parecía deseosa de que Evangelina trajera sus nuevos conocimientos y habilidades de vuelta a casa: El Ayuntamiento de San Pedro de Macorís incluso ayudó a financiar su viaje de vuelta. Y nadie celebró más la noticia de su regreso que su amiga Petronila Gómez.

Mercedes Fernández Asenjo: Petronila celebra siempre, y cuando ella anuncia que ella va regresa a la República Dominicana. En seguida, la primera que lo anuncia, o sea, la primera que lo escribe en mayúsculas es Petronila Angélica Gómez y la saluda como la mujer de ciencia va a regresar. Entonces está realmente mostrando una admiración por Evangelina, eh, notable. 

Laura Gómez: En 1925, Evangelina subió de nuevo a un barco de vapor para emprender el viaje transatlántico de vuelta a casa a su añorado sol caribeño. Llevaba la misma maleta maltrecha con su ropa, pero esta vez también traía tres baúles llenos de libros. 

Y a juzgar por el artículo de opinión de Petronila en Fémina, tenía motivos para esperar una calurosa acogida a su regreso. Se trataba de una doctora altamente cualificada, decidida a aportar sus nuevos conocimientos para mejorar la salud y el bienestar en su país de origen, y especialmente para ayudar a las mujeres.

De hecho, le esperaba un duro despertar... Eso será la semana que viene.

Este episodio de Lost Women of Science, Mujeres Desconocidos de la Ciencia, ha sido producido por Lorena Galliot, con la ayuda de la productora asociada Natalia Sánchez Loayza. Samia Bouzid es nuestra productora senior y Deborah Unger, nuestra gerente de producción.

David De Luca fue nuestro ingeniero y diseñador de sonido. Lizzie Younan compuso toda nuestra música. Desirée Yépez nos ayudó a verifica los hechos. 

Nuestras co-productoras ejecutivas son Amy Scharf y Katie Hafner. Gracias a Eowyn Burtner, nuestra directora de programa, y a Jeff DelViscio de Scientific American– nuestro socio editorial. Nuestra becaria es Kimberly Mendez.

Lost Women of Science está financiado en parte por la Fundación Alfred P. Sloan y la Fundación Anne Wojcicki. Nos distribuye PRX.

Para ver las notas y la transcripción del episodio, visite lostwomenofscience.org, donde también puede apoyar nuestro trabajo pulsando el botón de donaciones.

Yo soy Laura Gómez. Gracias por escucharme y hasta la próxima.

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